No necesitamos un mundo lleno de música cristiana, o libros cristianos, o cuadros cristianos, o películas cristianas, etc.
Lo que necesitamos, es un mundo lleno de cristianos que son músicos, de escritores que son cristianos, cristianos pintores, directores de cine que son cristianos etc.
Necesitamos cristianos que sean artistas, no “artistas cristianos”.
¿Por qué nos referimos a “el mundo” como ese monstruo con el que asustamos a nuestros jóvenes? —“pobrecito Paco, se ha ido al mundo”
¡Pues seamos todos como Paco! ¡Salgamos al mundo! Porque Dios nos llamó precisamente a él.
Dejemos ya de hablar de “trabajo secular” y “ministerio” como si fueran cosas separadas e incluso incompatibles.
Tu trabajo “secular”, es tu ministerio. Es el campo donde Dios te ha puesto para que lleves luz. Su luz.
El pastor ,el cura, el papa, el reverendo etc etc de tu denominación no tiene un ministerio más grande ni más importante que el tuyo: artista, ingeniero, científico. Son igual de importantísimos para nuestro Dios.
Esto no quiere decir que no valore y que no crea que sean necesarios aquellos artistas que crean contenido explícitamente cristiano, no me malentiendas ,solo estoy diciendo que necesitamos más arte para los de afuera, que en realidad, ellos son nuestra misión.
Somos los llamados afuera. Vayamos pues.
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